Para Saber Más: El Imperio INCA

4 de abril de 2009

Los incas eran un pueblo de habla quechua, originario, quizá, de la región tropical y selvática del este de los Andes, de donde habrían emigrado hacia el siglo XI, estableciéndose en la altiplanicie del Cuzco. Sus grandes aptitudes para la guerra y su organización, extendieron su poder a expensas de las tribus vecinas.

El primer héroe de la nación, decían, fue el inca Manco Capac, quien, secundado por su esposa, Mama-Ocllo, civilizó y educó a su pueblo. Sus descendientes gobernaron por varias generaciones y, gracias a su sabia dirección, creció el prestigio y la influencia del Cuzco. Uno de esos notables gobernantes fue Pachacutec, quien consolido el poder incaico y dio al imperio su organización definitiva. Su hijo extendió sus dominios en el sur, conquistando Chile, hasta el río Maule. Su nieto, Huayna-Capac, en cambio, orientó las conquistas hacia el norte, y sometió al poderoso reino de Quito. Este Inca pasó sus últimos años en Quito, donde se había casado con una 'princesa local, que le dio un hijo llamado Atahualpa. La muerte de Huayna-Capac, acaecida en 1525, justamente cuando los españoles de Panamá realizaban las primeras tentativas de expedición al Perú, fue causa de un grave cisma político. En efecto, Huayna-Capac dejó como heredero de su reino a Atahualpa, que no era de sangre inca, perjudicando, con ello, a su primogénito Huáscar, nacido de una princesa inca del Cuzco. Ambos hermanos se hicieron la guerra, y en ella venció Atahualpa. Volvía éste victorioso a Quito, y se hallaba de paso en Cajamarca (1531), cuando Pizarro desembarcó en Tumbes, iniciando la conquista del imperio.

Este Gran Imperio, el más extenso de América y uno de los más grandes de la antigüedad abarcó casi toda la parte de Occidental de Sudamérica (Desde Colombia, pasando por Ecuador y Perú, Bolivia hasta cubrir Chile y parte de Argentina). Con una población de mas de 12 millones de habitantes unidos por una sola lengua, el Quechua. Estaba gobernado por un emperador llamado Inca. Su capital, la ciudad de Cusco, (Ombligo en quechua), ubicada en medio de los Andes, era llamado por sus pobladores 'Ombligo del Mundo', ya que ellos pensaba que fuera del imperio no existían pueblos civilizados. Los Incas fueron los especialistas en la piedra. Con ella construían casi todo, Edificios Públicos, Templos, Sistemas de Regadío, Canales y Fuentes de Agua, Esculturas, etc.

La obra que permitió la expansión territorial inca y luego la organización socio-económica fue a no dudarlo la vasta red caminera que comprendía puentes, tambos y depósitos. Pocas naciones podían vanagloriarse en el siglo XVI de poseer tan fantástico complejo vial como el del Tahuantinsuyo.
Los caminos no fueron un invento inca, debieron existir mucho tiempo antes para unir a los diversos grupos étnicos, realizar peregrinaciones a los principales santuarios o huacas y atender al intercambio entre los señoríos.

El Imperio Inca estaba constituido según un rígido sistema militar. El estado se hallaba dividido en cuatro distritos. Su capital. Cuzco, planificada en cuadriculas. Los visitantes de las distintas provincias solo podían permanecer en la cuadricula correspondiente a su distrito. A la cabeza del gobierno estaba el Inca, con sede en el Cuzco. Todas las escuelas administrativas recibían sus órdenes directamente de arriba abajo, y no existía comunicación de tipo lateral.
Los incas no conocían la rueda más que como un juguete. No pudieron usar este invento, debido a lo escabroso del terreno, que sólo podía recorrerse a pie o a lomos de llamas. Los incas construyeron una vasta red de comunicaciones a lo largo de los barrancos de las montañas y tendieron, sobre los precipicios, puentes colgantes.

El Imperio Inca, con su centro en las mesetas del Perú, se formó al mismo tiempo que el azteca, en el s. XIV, y subsistió hasta que los conquistadores españoles llegaron en 1530.

En el norte de Sudamérica, los arqueólogos han hallado restos de cultivos y trabajos que - según sus cálculos - 'se remontan hacia el año 7000 a. de J.C. Los indios chibchas que habitaron en lo que hoy es Colombia constituyeron un pueblo destacado. Eran muy hábiles artesanos y fabricaron objetos de adorno, de oro batido, que dieron origen a las leyendas de El Dorado (el país del oro). Con el tiempo se creó una unidad política estatal, el reino Chimú, que alcanzó bienestar y poderío basados en los cultivos en terraza, en la pesca, y en una administración centralizada. Su influencia se extendió sobre todo el norte de Sudamérica, pero su duración fue muy corta. El reino Chimú no pudo resistir los ataques del poderoso pueblo inca.

Muchas características del Imperio Inca, como su autoritaria constitución estatal, la rectilínea planificación urbana y su sistema de comunicaciones, fueron una herencia del pueblo chimú. Asentado en la capital, Cuzco, situada en lo alto de las montañas, el Inca era un tirano sin escrúpulos. Se le consideraba como un dios, el Hijo del Sol. La religión dominante era el culto al Sol, constituyendo los sacerdotes la clase social más poderosa. En el futuro quedó para siempre relacionada la palabra inca con el nombre de oro.

El pueblo inca producía en grandes cantidades objetos de oro utilizándose incluso como material de construcción y hasta para empedrar las calles.
Aunque pueda sorprender, los incas carecían de un verdadero idioma escrito. A guisa de sustitución, disponían de un sistema de cordones, de diferentes colores y longitudes, con nudos, llamado "quipus". Cada nudo, así como cada color y cada longitud del cordón, tenía su significado especial. Este sistema de "escritura" por medio de nudos se empleaba principalmente para designar cantidades en las actividades mercantiles y militares.

En el cenit de su poderío, los incas habían desarrollado un sistema político y administrativo no superado por ningún otro pueblo nativo de América. El Imperio incaico era una teocracia basada en la agricultura y en el sistema de ayllus, o grupos de parentesco, dominada por el inca, que era adorado como un dios viviente. En la organización política, por debajo del Inca, se encontraban las familias de los antiguos incas, las cuales formaban grupos de parentesco conocidos como panacas (familia noble), quienes se encargaban de mantener el recuerdo del inca fallecido, de realizar ceremonias en su nombre y de cuidar de sus bienes y alianzas hechas en vida. Las panacas tenían gran influencia en la decisión del nombramiento de los sucesores al cargo de inca. Debajo de este sector se encontraban los jefes de los pueblos conquistados por los incas, los cuales, en caso de no ser rebeldes, recibían una educación cuzqueña y una serie de privilegios. El siguiente nivel de autoridad lo constituían los curacas, jefes de los ayllus.

Los incas tenían un héroe civilizador, Viracocha, a quien se le veneraban los atributos de creador y dios sol. Viracocha era el creador y señor de todas las cosas vivientes. La religión tuvo un carácter de gran formalidad. . Otras grandes deidades fueron los dioses de la creación y de la vida, Pachacamac, del Sol, Inti (padre de los incas), y las diosas de la Luna, Mamaquilla, de la Tierra, Pachamama, y del rayo y la lluvia, Ilapa. Las ceremonias y rituales incas eran numerosos y frecuentemente complejos y estaban básicamente relacionados con cuestiones agrícolas y de salud, en particular con el cultivo y la recolección de la cosecha y con la curación de diversas enfermedades. En las ceremonias más importantes se sacrificaban animales vivos y raramente se exigía la realización de sacrificios humanos como ofrenda a los dioses. Los incas produjeron un rico corpus de folclore y música, del cual sólo perviven algunos fragmentos. La teogonía inca contaba con muchos dioses locales, pero predominaba la veneración al sol cuyos templos estaban en todo el imperio. Se creía en la vida futura y se momificaban los cuerpos. En su condición de gran sacerdote del sol, el Inca encabezaba la jerarquía religiosa. Existían muchas categorías de ministros religiosos: adivinos, hipnotizadores, sacrificadores.

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