Textos prueba 4°Medio: Comprensión Lectora

25 de junio de 2012


“Estaba ayer en el East End y asistí a una reunión de parados (cesantes). Escuché fuertes discusiones. No se oía más que un grito: "pan, pan". Cuando regresé a mi casa me sentí todavía más convencido de la importancia del imperialismo (...). Para salvar a los cuarenta millones de habitantes del Reino Unido de una mortífera guerra civil, nosotros, los colonizadores, debemos conquistar nuevas tierras para instalar en ellas el excedente de nuestra población y encontrar nuevas salidas a los productos de nuestras fábricas." Sir Cecil Rhodes. Carta al periodista Stead. 1895.

“Debemos atenuar el descontento provocado por el hecho de que nos hemos convertido en una gran potencia, haciendo sentir al mundo el peso de estas fuerzas, lealmente y con un espíritu pacífico bien entendido. Debemos convencerle de esta forma de que una hegemonía alemana en Europa es más útil, más desinteresada y menos perjudicial para la libertad ajena que una hegemonía francesa, rusa o inglesa. El respeto a los derechos inherentes a otros países, que Francia en especial no admitió durante el tiempo de su preponderancia y que Inglaterra sólo reconoce según sus intereses, será más fácilmente observado por Alemania por dos razones: por un lado, a causa del carácter alemán, esencialmente objetivo; por otro lado, y ello sin mérito alguno de nuestra parte, porque no tenemos ninguna necesidad perentoria de ampliar nuestro territorio. (...) La política alemana (...) sólo tiene un deseo: mostrarse justa y pacífica”. Testamento político de Bismarck.

“Cada mejora de los métodos de producción, cada concentración de la propiedad (...), parece reforzar la tendencia a la expansión imperialista. En la medida en que una nación tras otra entran en la era de las maquinarias y adoptan los métodos industriales más avanzados, es más difícil para sus empresarios, comerciantes y financieros colocar sus reservas económicas, y progresivamente se ven tentados a aprovechar sus gobiernos para conquistar con fines particulares países lejanos y subdesarrollados a través de la anexión y del protectorado (...). Este estado de la cuestión en la economía es la raíz del imperialismo”

“Escribo este relato con el deseo ardiente de contribuir a la apertura del territorio africano, tan tenazmente cerrado a la actividad de los europeos, de delimitar un campo tan fecundo y tan vasto para el espíritu de empresa, de ayudar a las poblaciones que aquí se encuentran a alcanzar su rango entre las naciones de la tierra, de concurrir a la prosperidad de estas tribus hundidas actualmente en la barbarie y degradadas por la esclavitud. En fin, abrigo la esperanza de que podrá constituir un estímulo para la propagación del Evangelio en rincones hasta ahora desconocidos.” Fuente: Livingstone: Relatos de una expedición al Zambeze y sus afluentes, 1865.

“¿Dejarán que otros que no seamos nosotros se establezcan en Túnez, que otros que no seamos nosotros se sitúen en la desembocadura del río Rojo (...) que otros que no seamos nosotros se disputen las regiones del África ecuatorial? (...) En esta Europa nuestra, en esta competencia de tantos rivales que crecen a nuestro alrededor la política de recogimiento o de abstención no es otra cosa que el camino de la decadencia.” Fuente: Jules Ferry. Político francés. Discurso de Jules Ferry, París, 1885.

“En Iberoamérica es donde los ingleses han hecho sus principales inversiones; los mil millones de libras (...) son la mayor inversión de capital del mundo (...) Desde el punto de vista económico, (…) el Irak, el Irán, Siam, teóricamente independientes son de hecho tanto o más dependientes de Inglaterra que las propias colonias inglesas. Los capitales ingleses conquistaron, en realidad, la Argentina con tanta eficacia como las armas inglesas, la India.” (André Allix, Manual de Geografía General, Física, Humana y Económica).

“Las naciones de Europa eran como una fila de prisioneros marchando encadenados de los tobillos unos a otros, al dar el líder un paso hacia delante los de atrás tenían que darlo también siendo arrastrados, prisioneros de un orgullo nacional y encadenados por un convenio obligatorio y de esta forma voluntaria o involuntariamente llegaban a su destino final: la guerra”.

“A las 16 horas cesan los tiros de los alemanes. Es el ataque. A 200 metros vemos salir de la tierra a un oficial alemán con el sable desvainado, seguido de la tropa en columnas de cuatro, arma al hombro. Nos quedamos estupefactos y, sin duda, el enemigo contaba con este efecto de sorpresa, pero al cabo de unos segundos recobramos el ánimo y nos ponemos a tirar como endiablados”. (Capitán Delvert, 1915).

“El estado que había alcanzado Europa era el de un semi-internacionalismo que organizó a las naciones en dos grupos sin ofrecer un vínculo entre ellos. Apenas pueden concebirse condiciones más desfavorables, tanto para la paz como para la guerra. El equilibrio era tan delicado que un soplo de aire podía destruirlo, y las enormes fuerzas de ambos lados estaban tan equiparadas que una lucha entre ellas tendría que ser formidable”. J.A.Spender.

“En Iberoamérica es donde los ingleses han hecho sus principales inversiones; los mil millones de libras (...) son la mayor inversión de capital del mundo (...) Desde el punto de vista económico, (…) el Irak, el Irán, Siam, teóricamente independientes son de hecho tanto o más dependientes de Inglaterra que las propias colonias inglesas. Los capitales ingleses conquistaron, en realidad, la Argentina con tanta eficacia como las armas inglesas, la India.” (André Allix, Manual de Geografía General, Física, Humana y Económica).

"En Senegal, la metrópoli colonial impone el cultivo casi exclusivo de cacahuetes. Es una terrible desgracia! Hasta ahora, Senegal aún no se ha librado del garrote del monocultivo destinado a la exportación. Los campesinos producen cientos de miles de toneladas de cacahuetes. El gobierno se las compra y las exporta a Europa.
El campesino, en general, recibe por su producto un precio muy inferior al que el gobierno gana cuando lo exporta. (...) Gracias a la diferencia el régimen financia, entre otras cosas, su burocracia parasitaria y el lujo inaudito en el que viven la mayoría de sus dirigentes. (...)
Con una parte de los ingresos ganados en la exportación de cacahuetes, el gobierno senegalés compra arroz en Tailandia, en Camboya y en otros lugares. El arroz es el principal alimento en Senegal (...) Para importar 400.000 toneladas anuales, Senegal tiene que pagar unos 85.000 millones de francos. En 1997, la economía de Dakar destinó el 17,4% en la compra de este cereal, el 11, 8% a la de pan y el 10,9% en la de verduras (...)
Senegal se va haciendo cada vez más dependiente del extranjero, aunque dispone de una clase campesina enérgica y competente que podría, sin problemas irresolubles, producir todos los alimentos que el país necesita.

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